El
Pozo

El Pozo es una pequeña finca situada entre los parajes de La Rad y Hoyo Judío, a unos 650 metros de altitud, en el corazón más auténtico de Quel. Su tierra, pobre y ligera, está formada principalmente por arenas con una mínima presencia de arcilla y salpicada de piedras de río, esas que delatan los antiguos cauces que modelaron el paisaje.

En este entorno de altura, el Graciano encuentra su lugar perfecto: una variedad delicada y exigente que solo revela su grandeza cuando el viñedo la desafía. El Pozo representa una de las grandes apuestas de Queirón, un compromiso con la elaboración de vinos de perfil largo, profundo y untuoso, capaces de expresar con pureza el alma de la Rioja Oriental: su luz mediterránea, su clima extremo, su altitud y la identidad mineral de sus suelos.

Su misión es captar la expresión más pura de la variedad graciano en el entorno singular de Quel, aportando estructura, acidez natural y un carácter de altura al portafolio de Queirón.

La búsqueda
de la expresión
más nítida del graciano

Entre los parajes de La Rad y Hoyo Judío, en las laderas altas que rodean Quel, se abre un pequeño viñedo de apenas una hectárea que lleva por nombre El Pozo. El lugar parece elegido por su serenidad, por esa luz que cae a media tarde sobre los barrancos y por la manera en que el viento, al llegar desde Yerga, limpia el aire y templa el horizonte. Allí, a unos 650 metros de altitud, el paisaje se vuelve áspero y esencial, como si la tierra se despojara de todo adorno para concentrarse en lo que verdaderamente importa: la raíz, la piedra, la cepa.

El Pozo fue plantado con una sola variedad, el Graciano, una casta exigente, de maduración lenta, que pide paciencia y precisión. No se adapta a cualquier suelo ni a cualquier clima: necesita espacio, aire y tiempo. Y es justamente eso lo que encuentra aquí, en este suelo pobre, franco-arenoso, con más de un cincuenta por ciento de arena, algo de limo y apenas un puñado de arcilla. Son tierras duras, de escasa materia orgánica, atravesadas por cantos rodados que hablan de antiguos cauces fluviales. Esa pobreza, sin embargo, es virtud: obliga a la planta a profundizar, a equilibrarse, a traducir en cada racimo la esencia mineral del terreno.

El viñedo se conduce en espaldera, con marcos de 2,90 × 1,10 metros, pensados para permitir la aireación de los racimos y la maduración homogénea. Las pendientes, suaves pero constantes, orientadas al mediodía, reciben un sol generoso durante el día y el frescor de la sierra al caer la tarde. El cierzo sopla con frecuencia y seca el rocío, manteniendo una sanidad vegetal ejemplar.

El resultado de este equilibrio es un Graciano de altura, firme, nervioso y elegante. Su acidez natural sostiene el vino y prolonga su vida; sus taninos, densos y finos, aportan la estructura sobre la que se apoya la fruta. De este viñedo procede una parte esencial del vino Queirón de Gabriel, donde se une al Tempranillo de La Pasada para dar forma al corazón del coupage: la profundidad del Graciano y la plenitud del Tempranillo.

El Pozo no es solo una viña: es un símbolo de la vocación de Queirón por explorar los límites del territorio. Representa la fe en las castas minoritarias, la recuperación de la altitud como valor y la idea de que el vino se hace, sobre todo, desde el paisaje. Aquí el Graciano encuentra su lenguaje, y la tierra —seca, luminosa, de viento y arena— habla con una voz contenida y precisa.

En el fondo, El Pozo no alude tanto a una hondonada física como a una profundidad moral: la del trabajo bien hecho, la del conocimiento del suelo y la paciencia.


Quel

Maduración larga
en una tierra pobre

El viñedo El Pozo llega a tener una pendiente del 15% y es de las partes altas de esta zona donde seleccionamos las mejores bayas para la elaboración de nuestros vinos. La textura franco arenosa propicia que sea un suelo que cuenta también con limo y arcilla, lo cual le otorga más de coherencia entre partículas lo que favorece a la mejor expresión y singularidad de los vinos

Datos técnicos

Paraje Viñedo El Pozo
Altitud 660 m.
Variedad Graciano
Superficie 0,9 Ha.
Conducción Espaldera
Año de plantación 2017
Marco de plantación 2.90 x 1.10 m.
Textura suelo Franco-arenosa
31.6% Limos, 57.1% Arena, 11.3% Arcilla
_monovarietal

Ensayos Capitales Nº1

2018

Desafíos en el límite

_reserva
Sacacorchos

Queirón de Gabriel

2011

El sueño de Gabriel

otros

viñedos

Queirón