Uno de los espacios más desconocidos de Rioja

Valle del Cidacos
Espectacular imagen del Valle del Cidacos en la zona de Quel, donde se asientan los viñedos de Queirón.

El valle del Cidacos configura uno de los espacios más desconocidos y genuinos de Rioja Oriental, uno de esos lugares donde el silencio y la profundidad se ofrecen como los mejores aliados para descubrir impresionantes parajes marcados por convulsiones geológicas que se remontan unos 250 millones de años antes de nuestra era y que definen sistemáticamente los perfiles orográficos y las características de los suelos en los que brotan las uvas de los vinos de Queirón.

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Orografía

El Valle del Cidacos se puede dividir en dos grandes planos geográficos que además son absolutamente perceptibles a simple vista y que se pueden comprender a la perfección remontando o siguiendo de una vez el discurrir del propio curso del río Cidacos:

1) Al sureste, el curso alto del río, que atraviesa la sierra de Cameros (Sistema Ibérico) y que asciende a los 1.400 metros de altura en las que el río produce un valle muy encajado y profundo que discurre desde Oncala hasta Arnedillo.

2) Al noreste, el curso bajo del río, que atraviesa la depresión del Ebro, en la que está situada la población de Quel y por lo tanto los viñedos de Queirón. Las alturas máximas de la sierra de Yerga superan por poco los 1.100 metros, Isasa (1.300 m.) y la Sierra de la Hez (1.300 m.). El río, mucho más calmado, discurre por un valle amplio y de fondo plano. Quel está en el corazón de la llamada ‘Hoya de Arnedo’, que se separa del resto de los pueblos por un pequeño y muy peculiar cerro alargado de Este a Oeste, que parece proteger la carretera de Arnedo hasta Autol y que se funde con una de las estribaciones de la sierra de Yerga.

La cuenca del río Cidacos presenta una ocupación del terreno muy heterogénea, dominada por la superficie de matorrales (31 % de toda la cuenca), bosques (26%), tierras de labor (25%, incluyendo cultivos de regadío, secano y frutales), prados y pastizales (11%). La zona de cabecera está dominada por núcleos densos de matorrales y bosques, mientras que en el tramo bajo predominan los frutales en secano y los cultivos mixtos de secano y regadío.

Valle del Cidacos
La biodiversidad y los diferentes cultivos definen la personalidad de esta zona de la DOCa Rioja.

El suelo

Comprender el suelo es comprender buena parte de la personalidad de cada viñedo, de cada terruño, incluso de la idiosincrasia de cada vid, de su comportamiento y de la personalidad del vino. La configuración del suelo en el viñedo es uno de los factores esenciales de diferenciación y el suelo del Valle del Cidacos es depositario de una actividad geológica de carácter sedimentario; es decir, las rocas que aparecen en todo su territorio tienen su origen en depresiones de la superficie terrestre llamadas cuencas de sedimentación (mares, lagos, etc…) que se han ido hundiendo por acumulación de sedimentos a lo largo del tiempo.

Suelos en el valle del Cidacos
El suelo del Valle del Cidacos, con la personalidad que le imprimen las piedras.
Suelos en el valle del Cidacos
La complejidad de nuestros vinos también se explica por las características del suelo.

El clima

Las moderadas altitudes de la cabecera y su progresivo alejamiento de la influencia de los frentes húmedos del noroeste hacen que las precipitaciones sean muy escasas e irregulares. Los inviernos suelen se muy secos y fríos, con algunas precipitaciones de nieve, y los veranos calurosos y con frecuentes olas de calor, característicos del régimen mediterráneo continental. Calahorra es uno de los lugares más secos de la cuenca con un valor máximo registrado de 297 días/año sin llover.
La precipitación media anual sólo supera los 600 mm en la cabecera. Variando entre 750 mm/año en la zona de montaña y 435 mm/año del tramo bajo de la cuenca. Las precipitaciones más abundantes se producen primavera y otoño y las menores en verano.
La temperatura media anual varia entre los 7 y 8º C de zona de montaña y los 12 y 13º C del tramo final de la cuenca. Las temperaturas más cálidas se registran en el mes de agosto y las menores en enero. En invierno las temperaturas mínimas han llegado a registrar valores del orden de los –13º C en la cabecera (estación de Munilla), mientras que el valle de Arnedo las mínimas oscilan los –10,5º C. Por el contrario, durante el mes agosto, las temperaturas máximas en el valle de Arnedo han llegado a los 40,5º C, mientras que en Munilla ha llegado a un valor máximo de 39º C.

El clima en el valle del Cidacos
La nieve llega casi todos los inviernos al viñedo de La Pasada, situado a 800 metros de altura.