El
Poeta
Apenas una tablita de menos de una hectárea en La Geriganza, un pequeño refugio donde el tiempo parece medirse en raíces y estaciones. Allí, un viñedo de más de treinta años, conducido en vaso, hunde sus raíces en tierras pobres, de arenas y guijarros, atravesando antiguas losetas de arcilla que se agrietan bajo su impulso, buscando la humedad oculta en lo profundo del subsuelo. Cada raíz es un hilo que conecta la vida de la vid con la memoria de la tierra.
El Poeta, como podría llamarse, es un viñedo que se sabe mimar solo, que encuentra su equilibrio en la soledad de cada estación y en la quietud de su pequeño universo. Rodeado por la biodiversidad que cubre las faldas de Yerga, respira con el viento, absorbe la luz de la mañana y guarda en sus frutos el secreto de la altura. Es un espacio donde la vid aprende a existir sin prisa, a expresarse sin artificio, y donde cada racimo parece contener la historia de la tierra y la paciencia de los siglos.
El Poeta escribe poco
pero cada verso
es excelente
En la falda sur de la Sierra de Yerga, a unos 610 metros de altitud, se abre la pequeña pero singular parcela conocida como El Poeta. Menos de una hectárea que, pese a su tamaño, encierra la complejidad y la riqueza de la Rioja Oriental más auténtica. La viña se encuentra en la zona de La Geriganza, un espacio donde la orografía modula la luz, el viento y la humedad, y donde cada cepa se adapta al ritmo pausado de la montaña.
Plantada hace más de treinta años con garnacha, El Poeta conserva la tradición de la conducción en vaso, un método que obliga a la vid a desarrollarse de manera natural y armónica, respetando la forma de cada planta y su relación con el suelo y el clima. La dispersión de las ramas permite que el aire circule con facilidad y que la luz acaricie los racimos con suavidad, garantizando una maduración uniforme y una expresión varietal pura.
El suelo es franco-arenoso, ligero y pobre, con capas de arena y grava que obligan a las raíces a buscar el agua y los nutrientes en lo más profundo. Esa lucha constante con la tierra confiere a la garnacha de El Poeta una concentración notable, un carácter definido y una tensión interna que se traduce en vinos de intensidad contenida, elegantes y equilibrados. La viticultura es de secano, sin riego suplementario, siguiendo criterios de mínima intervención y respeto absoluto por la biodiversidad del entorno.
El viñedo refleja la amplitud térmica de la sierra: los días cálidos se suceden a noches frescas, lo que preserva la acidez natural de la uva y potencia la expresión aromática de la fruta. La exposición sur permite que la garnacha madure lentamente, desarrollando notas de frutos rojos maduros, hierbas de monte bajo y matices minerales discretos, sin perder frescura ni delicadeza.
El Poeta es, ante todo, un viñedo de paciencia y precisión. Su pequeño tamaño y su ubicación dificultan cualquier intervención mecánica, por lo que cada labor es manual, meditada y realizada con respeto por la vid. Esa atención se refleja en los vinos que produce: perfiles largos y sutiles, taninos aterciopelados, acidez equilibrada y una elegancia que permite que cada botella narre, sin artificio, la historia del suelo, del clima y del trabajo humano.
En el conjunto de los viñedos de Queirón, El Poeta ocupa un lugar especial: su garnacha aporta frescura, finura y carácter, consolidando la identidad de la bodega y la expresión de la Rioja Oriental más auténtica. No es solo un viñedo: es un testimonio de cómo la tradición, la altura y el respeto por el terroir pueden conjugarse para crear vinos de carácter, longevos y con alma propia.
El Poeta es un viñedo soberano de sí mismo. Un regalo de la viticultura tradicional que evoca las prácticas más clásicas de la garnacha riojana. Suelos austeros, mínima intervención, laboreo escaso y prácticas lo más leales posibles con el territorio.
Quel
Garnachas en vaso
en un suelo muy pobre
En el rigor de los extremos (honda sequía y calor de la canícula veraniega) es en el que las garnachas de El Poeta muestran su afinidad total a este territorio. Es una variedad rústica, agreste y posee una inteligencia natural innata para administrar a la perfección la escasez de agua. El perfil de los taninos de este viñedo evocan la redondez más profunda y aterciopelada de la garnacha.
Datos técnicos
23.8% Limos, 61.2% Arena, 15% Arcilla
Mi Lugar
2019
Alegoría de Quel
otros
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