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El origen de una variedad esencial en Rioja y muy queleña

La historia de la Garnacha en Rioja está íntimamente ligada a dos grandes crisis del viñedo: la epidemia de oídio en 1854 y la devastadora plaga de filoxera a principios del siglo XX. La primera mención documentada de esta variedad data de 1321 Un hito clave fue el Congreso Nacional de Viticultura de 1912, organizado por Nicolás García de los Salmones, donde se presentó un estudio pionero que vinculaba cada variedad de uva a localidades específicas de Rioja. Se reconoció a Quel como el principal núcleo de cultivo de Garnacha en Rioja, consolidando su rol histórico como pionera de esta variedad.

La Garnacha es la segunda variedad más implantada en la DOCa Rioja, representando el 18% del viñedo riojano. Muy rústica y resistente a la sequía, también muestra buena inmunidad frente a plagas como la acariosis y el oídio, lo que favoreció su expansión, aunque es sensible al corrimiento. Prefiere suelos secos, calientes y bien drenados, pero se adapta a la mayoría de los terrenos vitícolas. Produce vinos aromáticos, de color poco intenso, alto grado alcohólico, cuerpo medio y buena acidez.

QUEL, ORIGEN DE LA GARNACHA RIOJANA

La primera mención escrita de la garnacha data de 1321, en una sentencia del Parlamento de París que registra un cargamento de 1.387 toneles de vino, mitad griece (probablemente moscatel o malvasía de Grecia) y mitad varnacie (garnacha). Este tipo de vino, conocido también como vernache, gernache o grenache, fue difundido por mercaderes venecianos en Europa desde 1204. A finales del siglo XVIII, se popularizó en Francia como vino licoroso.

En 1882, Valier señaló que la garnacha era la uva de introducción más reciente en Aragón. A principios del siglo XIX, se usaba como uva de postre, pero su resistencia al oídio impulsó su expansión en la región, hasta ocupar el 85% del viñedo de Cariñena a finales de siglo. Antes de la filoxera, se extendió al sur de Francia como grenache, bois jaune o bouge de Alicante. Valier la describió como una cepa robusta, con hojas verdes claras, racimos bien distribuidos y colgantes que rara vez tocan el suelo.

CARACTERÍSTICAS DE LA GARNACHA
Marcilla, en 1942, describió la garnacha como una cepa de porte erguido, con hojas medianas o pequeñas, lampiñas y de color verde claro. Aunque florece abundantemente, su cuajado es incompleto, especialmente en portainjertos como Rupestris de Lot. Su madurez es tardía, con menor grado alcohólico y mayor acidez que el tinto de Madrid. Sus vinos, de color poco intenso, tienden a adquirir un tono «tela de cebolla» al envejecer.

En 1978, Antonio Larrea detalló sus cualidades: se adapta bien a suelos pedregosos y arcillosos, preferiblemente en laderas ventiladas y climas cálidos. Es resistente al oídio, pero vulnerable al mildiu y los insectos. Aunque ofrece altos rendimientos, es propensa al corrimiento de la flor.

 

LA ASOMBROSA HISTORIA DE LA GARNACHA DE QUEL
La introducción de la uva Garnacha en Rioja no está completamente documentada, pero se vincula a dos periodos críticos de enfermedad en el viñedo: el oídio en 1854 y los planes de replantación tras la filoxera en el primer tercio del siglo XX.

Desde sus inicios, la localidad de Quel (Rioja) se destacó como un núcleo de plantaciones de Garnacha. Un testimonio tangible de esta historia es la finca El Arca, una viña de menos de una hectárea datada de finales del siglo XIX. Se trata de una de las viñas más antiguas de la DOCa Rioja y evidencia remota de la llegada de esta variedad a la región.

PRIMERAS REFERENCIAS DOCUMENTALES
Investigadores como Fernando Martínez de Toda y Juan Carlos Sancha (Universidad de La Rioja) han rastreado las primeras menciones históricas. La Garnacha aparece en un manuscrito de 1846 de Briñas, titulado «Prevención para la elaboración de vinos destinados a Ultramar». Este documento destaca el éxito de los vinos elaborados con Tempranillo «con mezcla de Garnacha, Graciana o Mazuela».

El Servicio de Agricultura de la Diputación de Navarra, fundado en 1896 y liderado por el influyente ingeniero agrícola Nicolás García de los Salmones, jugó un papel clave en la repoblación post-filoxera. En este contexto, García de los Salmones organizó el Congreso Nacional de Viticultura para conmemorar la Batalla de Las Navas de Tolosa.

QUEL, EL PRINCIPIO DE LA GARNACHA EN RIOJA
En una de las ponencias cruciales del congreso, Nicolás García de los Salmones presentó el estudio más extenso hasta la fecha sobre el patrimonio varietal de Rioja. Documentó 42 variedades cultivadas en la provincia de Logroño y 26 en la de Álava. Por primera vez en la historia, vinculó el cultivo de las variedades con localidades específicas. En este análisis, destacó a Quel como el principal núcleo de Garnacha en Rioja, mencionando también la presencia de Mazuela y otras variedades emblemáticas

La colección de variedades de vid de ‘El Encín’.
Un recorrido por la historia de la Ampelografía.

2018

Queirón

con garnacha

2018

_sobre
la garnacha

Caracteres ampelográficos

Esta variedad presenta una elevada variabilidad tanto en cuanto a su vigor, como en cuanto a la forma y tamaño del racimo. Pámpano de ápice medianamente abierta, verde-amarillento con bordes vinosos y con baja densidad de pelos tumbados. Hoja media, redondeada, trilobulada, con seno peciolar abierto en forma de lira. Envés lampiño. Racimo medio, tronco piramidal, compacto, alado; baya media, elíptica de color azul-violeta distribuido irregularmente, piel bastante espesa y pruinosa; pulpa jugosa de sabor simple.

Aptitudes de cultivo

Variedad muy vigorosa de porte erguido con sarmientos medio-robustos y entrenudos cortos; se adapta a diversas áreas de cultivo. Prefiere climas cálidos y, en las zonas del norte, colinas bien expuestas y ventiladas. Los mejores resultados cualitativos se obtienen mediante el cultivo en terrenos ligeramente ácidos, pedregosos o ligeramente calcáreos.

Sensibilidad a las enfermedades y adversidades

Normal, un poco sensible a la botrytis en los climas más fríos y húmedos. Es sensible a la carencia de magnesio. Presenta una desafinidad
importante en SO4 y 140RU; manifiesta a veces engrosamiento del punto de injerto justo desde la plantación, en particular sobre SO4, 779 Paulsen y 140Ru.

Potencial enológico

Da vinos de color rojo rubí claro, de sabor agradable y especial, afrutado, armónico, de estructura ligera. En zonas cálidas se puede obtener un vino rosado, dotado de delicado perfume, afrutado y agradable. Normalmente el potencial de acumulación de azúcares es elevado, pero el color cae rápidamente y la acidez es generalmente escasa, por lo que es necesario limitar el vigor y la productividad con un apropiado manejo.

Formación y poda

Se adapta a varias formas de poda, prefiriendo aquellas de expansión media como el cordón con pulgares y podas cortas y no demasiado fuertes.

Época de brotación

Media-tardía.

Época de maduración

Media

Producción

Buena y constante
La colección de variedades de vid de ‘El Encín’.
Un recorrido por la historia de la Ampelografía.

Queirón

viñedos

con garnacha